domingo, 13 de mayo de 2012




La Euritmia

El niño vive en constante actividad con el cuerpo...este es uno de los pilares de nuestra pedagogía. No solo desde el juego al aire libre, - en el trepar, subir, bajar escaleras, descender y arrastrarse- en la actividad voluntaria de la huerta etc, sino también en las rondas, que junto a la Euritmia ( una de nuestras artes principales en relación al movimiento), empujan al niño a la actividad constante de sus miembros.

Al son de la música, la rima y la poesía, el niño pone en funcionamiento brazos y piernas, en absoluta sintonia con lo escuchado. Cada letra cada tono tiene un determinado que el niño aprenderá y ejecutara para hacer visible lo escuchado, en una sinfonía conjunta de palabras y sonidos en el movimiento.

Asi la música o la palabra sera reconocida, en su esencia, por el desenvolvimiento mismo de las canciones musicalizadas en vivo, y vivenciadas en sus actuadas coreografías, haciendo distinguir la diferencia básica entre armonía, melodía y ritmo en el marco de nuestro ser intimo.

 La Euritmia trabaja en distintos aspectos, en lo físico y anímico espiritual.
Su objetivo es poder brindar al niño, en todo el campo del aprendizaje, la seguridad necesaria para aprehender los contenidos desde el plano de lo corpóreo y lo anímico en relación al espacio, el tiempo y la forma.

Su ser recibe la palabra en forma de poesía o de música, y la incorpora en su interior, para luego presentarla en su pequeña transformación.
Asi el niño se convierte en arcilla, que se moldea asi misma, en el instrumento que el mismo afinara y tocara desde su lado mas intimo.

Con esto se podrá ver, en sus comienzos del aprendizaje del lenguaje y  de las letras, como se familiarizara con ellas a través de lo gestual. Sus brazos formaran las vocales y consonantes a través de una poesía, o de una rima determinada. Esto le producirá una intima relación con lo hablado y con el sentido del mismo, dado que lo acoge como parte de su expresión.

La palabra o la música, adquieren formas y contenidos en un mismo gesto.

Hay un trabajo intenso del yo-individuo, que lo hace reconocerse en su ámbito mas profundo, y asirse asi mismo, dominarse y afirmarse en su estructura corporal, anímica y espiritual. El espacio en relación a su obra, se hace suyo lo domina y lo recrea.... se siente seguro en él, y su expresión no sera la misma, a partir de la vivencia con la euritmia, porque esta le dará confianza en sus miembros para moverse con aquello que se propone.

Es un proceso lento y paulatino, pero sus efectos son absolutamente sanadores y
creativo, que le darán al niño un crecimiento integral, armónico de todas su partes, cabeza, tronco y extremidades.
La palabra, la música y el juego son parte fundamental en esto.Y la labor del maestro sera darle  los elementos necesarios al niño para poder formularlos desde su libre trabajo.

José Martínez Zuviría