miércoles, 13 de julio de 2011

Las características del niño pequeño y su relación con el juego.


 El niño posee a temprana edad el impulso por la imitación, es decir que todo su ser está dispuesto en atención sensorial a lo que acontece a su alrededor. Este impulso imitativo se nutre del mundo vivo: de los adultos en sus tareas cotidianas, de los colores que viven en el ambiente natural  y sus cambios estacionales, de los aromas que conforman su ambiente hogareño, de los sonidos que viven en el entorno familiar o social. Es decir que el mundo es vivenciado sin fragmentaciones y en pleno movimiento vital. Es en el marco de esta relación que anidan en la fantasía infantil imágenes que dan la posibilidad de llamar ante el ojo interno del niño sus propias vivencias.
 La pregunta que se nos impone entonces es ¿cuál es el ambiente lúdico que los niños están vivenciando? ¿Cuáles son los juegos y juguetes propuestos?
 Quisiéramos desarrollar brevemente algunos ítems en relación a las características del ambiente lúdico que nutren la vida anímica, física y espiritual del niño.
Juguetes
¿Cuáles son los juguetes adecuados para los niños? Tener siempre a disposición materiales para construir, como por ejemplo, troncos con formas irregulares, cortezas de árbol y pequeñas ramas. Con todo esto el niño podrá realizar grandes proezas desafiando el equilibrio probando nuevas maneras de apilar y alinear todos estos elementos. Dándole diferentes formas según lo que su fantasía vaya sugiriendo en relación a la forma de los troncos. Es una propuesta de juego para el niño que lo pone en constante movimiento lúdico.

-El ambiente

Rodear a los niños con colores sencillos, sin saturación de formas o dibujos. Por el contrario, sugerir un ambiente artístico de formas y colores que impacten estéticamente en el alma del niño. El ambiente debe establecer un diálogo con la fantasía del niño en un marco de plena libertad, sin condicionamiento. Que el niño pueda descubrir en las paredes de su cuarto animales, flores, cielos, árboles; representados sutilmente por los matices e los colores o las sombres proyectadas en la pared.
 Los niños tienen que poder experimentar el peso y la fragilidad de los materiales. Que en lugar de tener muebles o juguetes de plástico, puedan contactar con mesas maciza los cuales apelen a las fuerzas físicas para ser trasladados de un lugar a otro. Pueden experimentar diferentes pesos en concordancia real con el objeto. Un cuenquito de cerámica debe ser tomado por las manos del niño con mucho cuidado, vivenciando su peso y cuidando sus movimientos. En cambio, un cuenco de plástico no merecería ni motivaría cuidados.


-Arte

Se abre un mundo maravilloso para los niños si con libertad y sin sugerencias de copiado o temáticas pueden expresarse por medio de la pintura. Cuando los niños están pintando es muy importante no molestarlos ni tampoco aconsejarles que copien. Pueden mamá y papá comenzar a pintar y dejar que el niño se sume a esta actividad artística.
 El tiempo de juego influye naturalmente, por lo tanto es importante que como adultos no generemos interrupciones con preguntas o propuestas. Los niños pequeños hasta dos años juegan concentrados en lo que están haciendo aunque estén compartiendo el espacio con otros niños. Ya hacia los tres años comienzan a involucrarse en el juego de sus pares no llegando aun a compartir. Lo que muestra el juego de los niños de esta edad es la característica que su fantasía va proponiendo.  A los cuatro años vuela con su fantasía, ya puede compartir sus imágenes con otros niños. Llegando a los cinco años el juego comienza a identificar roles sociales como por ejemplo jugar a ser mamá, papá, chofer, etc. Esto muestra una buena percepción de su mundo social circundante. Muchas veces los niños juegan durante varios días una misma escena, luego soltarle e iniciar un nuevo camino lúdico.