La fuerza de crecimiento que posee el niño en su primer septenio es una base esencial para la formación sana de su cuerpo. En este período el ambiente ejerce una fuerte influencia en el niño. Queremos acompañar a cada uno de ellos a desarrollar esa fuerza de crecimiento que poseen, dentro de un ambiente sano a través de juegos al aire libre recibiendo las fuerzas del sol y de la tierra, experimentando nuevas sensaciones e ir incentivando la voluntad propia de cada niño.
miércoles, 9 de octubre de 2013
jueves, 19 de septiembre de 2013
jueves, 22 de agosto de 2013
martes, 20 de agosto de 2013
Una lectura muy interesante...
Compartimos con todos ustedes el artículo periodístico que publicó revista La Nación acerca de cómo influye en el sujeto la lectura de los cuentos y todo el momento que acompaña a la situación...
http://www.lanacion.com.ar/1609616-por-que-los-cuentos-hacen-bien
http://www.lanacion.com.ar/1609616-por-que-los-cuentos-hacen-bien
jueves, 18 de julio de 2013
Jornada de Padres por Lirios del Sol
lunes, 13 de mayo de 2013
miércoles, 1 de mayo de 2013
domingo, 28 de abril de 2013
¿Qué importancia tienen los sentidos en el desarrollo del niño?
Una vez más, una de las salas se transformó en espacio de
nuevos conocimientos, lindas sensaciones y experiencias divertidas. Esta vez de la mano de Margarita Krotsch a
quien agradecemos su visita por “Jardín de Gimawari”.
Compartimos una síntesis de lo que fue la charla: siguiendo la idea de Rudolf Steiner nuestros sentidos son 12, los cuales pueden agruparse en 3:
1° grupo: “Sentidos inferiores” o “Sentidos de la voluntad” (relacionados con el cuerpo)
Tacto
Vital
Movimiento propio
Equilibrio
2°grupo: “Sentidos del medio” (relacionados con lo rítmico)
Gusto
Olfato
Vista
Calórico
3°grupo: “Sentidos superiores o del intelecto”
El YO
Palabra
Auditivo
Pensamiento
La charla puntualmente tomó como foco a los sentidos del primero de los grupos mencionados, así nos detuvimos en cada uno…
Tacto: puramente relacionado con el cuerpo físico; es importante reconocer que en todas las partes de nuestro cuerpo hay tacto, no solo en las manos como solemos pensar. Aquí la idea central es el registro que tiene el niño sobre su cuerpo. Un niño pequeño no tiene ese registro total, lo cual le genera intranquilidad, inseguridad. El niño pequeño no sabe localizar donde se lastimó por no poseer desarrollado el mapa de su cuerpo. Por eso es importante que el niño conozca el “mapa” de su cuerpo, lo cual lo va logrando con el transcurso de los años.
A través del desarrollo del tacto, el niño recibe límites y adquiere seguridad; es por eso que realmente favorece el ofrecimiento a los niños de diversas opciones táctiles (ej: carozos de duraznos, telas de diferentes texturas, etc.)
Ejemplos válidos para este sentido serían juegos con agua, arena, tierra, taparse con arena; troncos, lana pura, seda, etc.
Así también es muy importante prestar atención al uso de ropa cómoda, no ajustada
Una pausa lúdica aquí nos despertaron más ganas aún de seguir participando. Varios de los padres presentes se animaron a transformarse en un panqueque, al dejarse enrollar por una tela que los sujetaba fuertemente.
Vital: su relación con el cuerpo vital, hace que no seamos conscientes de este sentido hasta que nos pasa algo. Nos permite sentir hambre, sed, cansancio. Es una gran curva donde necesitamos que el niño encuentre su punto medio. Ej: control de esfínteres, cuando son capaces de dejar de jugar un momento para ir al baño. La idea del ritmo toma fuerza en este sentido que estamos desarrollando. Es importante mantener un ritmo de descanso, vigilia y de alimentación. A través de eso, el niño encuentra su punto medio (aproximadamente a los 4 años) y comienza a trabajar con los extremos. ¿Cómo nosotros podemos trabajar sobre eso?, ofreciéndole al niño actividad y espera (ej: caminata-descanso), lo cual le dará satisfacción y confianza.
El desarrollo del sentido vital aporta autoconfianza
Movimiento propio: este sentido está anclado específicamente a lo emocional. El niño se mueve permanentemente, entonces necesita lugar, espacio para moverse en todas las direcciones. Cuando así lo hace, puede sentirse libre. Encontramos diferentes tipos de movimientos:
a) Movimientos libres.
b) Movimientos con participación del ritmo. Ej: saltar a la soga.
c) Movimientos relacionados con el objeto. Ej: abrir/ cerrar el cierre de una cartera.
El desarrollo del movimiento trae sensación de libertad.
La caminata es primordial en el desarrollo del movimiento, tiene 3 tipos de movimientos:
libre, rítmico, adaptable al medio. (Ej.: soga, hamaca, rondas, euritmia, pintura, hacer nudos/ moños, trepar, rolar, etc. En todo ello está presente el movimiento. Es importante celebrar la alegría del logro del movimiento
Equilibrio: este se obtiene cuando el niño logra caminar. Solo tenemos este sentido en “pausa” en el momento que dormimos. Es desarrollo del equilibrio fortalece el “Yo”.
No debemos apurar el logro del andar del niño, por el contrario, se debe dar naturalmente.
Buenas opciones para ejercitarlo son caminar sobre una soga estirada o tabla, saltar, pararse y saltar en un pie, andar en bicicleta, etc.
La charla se cerró compartiendo preguntas y generando conclusiones reflexivas sumamente interesantes. Luego, una especie de túnel de tela, nos invitó a ser recorrido, experimentando desde algún aspecto lo que fue nuestro nacimiento. Algo realmente novedoso y conmovedor.Para cerrar, charlamos compartiendo exquisiteces del bufete, cuyas colaboraciones voluntarias se destinaron al proyecto de nuestra escuela primaria “Lirios del Sol”.
Compartimos una síntesis de lo que fue la charla: siguiendo la idea de Rudolf Steiner nuestros sentidos son 12, los cuales pueden agruparse en 3:
1° grupo: “Sentidos inferiores” o “Sentidos de la voluntad” (relacionados con el cuerpo)
Tacto
Vital
Movimiento propio
Equilibrio
2°grupo: “Sentidos del medio” (relacionados con lo rítmico)
Gusto
Olfato
Vista
Calórico
3°grupo: “Sentidos superiores o del intelecto”
El YO
Palabra
Auditivo
Pensamiento
La charla puntualmente tomó como foco a los sentidos del primero de los grupos mencionados, así nos detuvimos en cada uno…
Tacto: puramente relacionado con el cuerpo físico; es importante reconocer que en todas las partes de nuestro cuerpo hay tacto, no solo en las manos como solemos pensar. Aquí la idea central es el registro que tiene el niño sobre su cuerpo. Un niño pequeño no tiene ese registro total, lo cual le genera intranquilidad, inseguridad. El niño pequeño no sabe localizar donde se lastimó por no poseer desarrollado el mapa de su cuerpo. Por eso es importante que el niño conozca el “mapa” de su cuerpo, lo cual lo va logrando con el transcurso de los años.
A través del desarrollo del tacto, el niño recibe límites y adquiere seguridad; es por eso que realmente favorece el ofrecimiento a los niños de diversas opciones táctiles (ej: carozos de duraznos, telas de diferentes texturas, etc.)
Ejemplos válidos para este sentido serían juegos con agua, arena, tierra, taparse con arena; troncos, lana pura, seda, etc.
Así también es muy importante prestar atención al uso de ropa cómoda, no ajustada
Una pausa lúdica aquí nos despertaron más ganas aún de seguir participando. Varios de los padres presentes se animaron a transformarse en un panqueque, al dejarse enrollar por una tela que los sujetaba fuertemente.
Vital: su relación con el cuerpo vital, hace que no seamos conscientes de este sentido hasta que nos pasa algo. Nos permite sentir hambre, sed, cansancio. Es una gran curva donde necesitamos que el niño encuentre su punto medio. Ej: control de esfínteres, cuando son capaces de dejar de jugar un momento para ir al baño. La idea del ritmo toma fuerza en este sentido que estamos desarrollando. Es importante mantener un ritmo de descanso, vigilia y de alimentación. A través de eso, el niño encuentra su punto medio (aproximadamente a los 4 años) y comienza a trabajar con los extremos. ¿Cómo nosotros podemos trabajar sobre eso?, ofreciéndole al niño actividad y espera (ej: caminata-descanso), lo cual le dará satisfacción y confianza.
El desarrollo del sentido vital aporta autoconfianza
Movimiento propio: este sentido está anclado específicamente a lo emocional. El niño se mueve permanentemente, entonces necesita lugar, espacio para moverse en todas las direcciones. Cuando así lo hace, puede sentirse libre. Encontramos diferentes tipos de movimientos:
a) Movimientos libres.
b) Movimientos con participación del ritmo. Ej: saltar a la soga.
c) Movimientos relacionados con el objeto. Ej: abrir/ cerrar el cierre de una cartera.
El desarrollo del movimiento trae sensación de libertad.
La caminata es primordial en el desarrollo del movimiento, tiene 3 tipos de movimientos:
libre, rítmico, adaptable al medio. (Ej.: soga, hamaca, rondas, euritmia, pintura, hacer nudos/ moños, trepar, rolar, etc. En todo ello está presente el movimiento. Es importante celebrar la alegría del logro del movimiento
Equilibrio: este se obtiene cuando el niño logra caminar. Solo tenemos este sentido en “pausa” en el momento que dormimos. Es desarrollo del equilibrio fortalece el “Yo”.
No debemos apurar el logro del andar del niño, por el contrario, se debe dar naturalmente.
Buenas opciones para ejercitarlo son caminar sobre una soga estirada o tabla, saltar, pararse y saltar en un pie, andar en bicicleta, etc.
La charla se cerró compartiendo preguntas y generando conclusiones reflexivas sumamente interesantes. Luego, una especie de túnel de tela, nos invitó a ser recorrido, experimentando desde algún aspecto lo que fue nuestro nacimiento. Algo realmente novedoso y conmovedor.Para cerrar, charlamos compartiendo exquisiteces del bufete, cuyas colaboraciones voluntarias se destinaron al proyecto de nuestra escuela primaria “Lirios del Sol”.
¡Muchas gracias a todos los que participaron!
miércoles, 10 de abril de 2013
sábado, 23 de marzo de 2013
-Coge un huevo de la cesta y llévalo al jardín de la casa donde viven muchos niños.
El mayor cogió el huevo dorado y se fue con él a
través del bosque, cruzó el riachuelo, atravesó la pradera y llegó al jardín de
la casa de los niños. Entonces quiso saltar por encima de la verja, dio un
salto demasiado grande y el huevo se cayó y se rompió. Ésta no era la verdadera
liebre de Pascua.
Le llegó el turno al segundo. Éste cogió el huevo
plateado, corrió con él a través del bosque, cruzó el riachuelo y llegó a la
pradera. Entonces le llamó la urraca:-Dame tu huevo, dame tu huevo y te regalaré una moneda.
Y sin que la liebre se diera cuenta, ya se había llevado la urraca el huevo a su nido. Ésta tampoco era la verdadera liebre de Pascua.
Le tocó el turno al tercero. Éste escogió el huevo de chocolate, corrió con él a través del bosque, cruzó el riachuelo, llegó a la pradera y justo entonces, llegó saltando de un pino alto una ardilla, puso grandes ojos y preguntó:
-¿Está rico?
-No lo sé, lo quiero llevar a los niños.
-¿Me dejas probar un poco?
La ardilla chupó un poco y, como le gustó tanto, siguió lamiendo, y la liebre lamió con ella hasta que todo el huevo había desaparecido. Cuando la tercera liebre llegó a casa, la madre liebre de Pascua le tiró de los pelos de su morrito que aún estaban llenos de chocolate y dijo:
-Tú tampoco eres la verdadera liebre de Pascua.
Ahora le llegó el turno al cuarto. El cuarto cogió el huevo con muchas manchitas. Con este huevo corrió a través del bosque. Cuando estaba cruzando el riachuelo se paró en medio y se vio en el riachuelo como en un espejo. Cuando se estaba mirando, ¡plaf!, se cayó el huevo al agua. Ésta tampoco era la liebre de Pascua.
Le llegó el turno al quinto. El quinto cogió el huevo amarillo. Con él corrió a través del bosque y antes de llegar al riachuelo se encontró con el zorro.
-Oye, vente conmigo a mi madriguera y enseña a mis hijos el huevo bonito.
Los zorritos empezaron a jugar con el huevo, se cayó encima de una piedra y se rompió. Rápidamente corrió la liebre a casa con las orejas gachas. Ella tampoco era la verdadera liebre de Pascua.
Le llegó el turno al sexto. El sexto escogió el huevo rojo y con él corrió a través del bosque. Entonces se encontró en el camino con otra liebre. Puso su huevo en el camino y empezó a pelearse con la otra. Por fin, la otra liebre huyó y cuando la sexta liebre buscó su huevo, lo encontró hecho migas. Ésta tampoco era la verdadera liebre de Pascua.
Le tocó ya el turno a la séptima, la liebre más joven y pequeña. Ella cogió el huevo azul. Con el huevo azul atravesó el bosque. En el camino se encontró con otra liebre. La dejó pasar y siguió adelante. Entonces vino el zorro. La liebre dio un rodeo y llegó al riachuelo. Con unos saltos ligeros cruzó por encima del tronco. Vino la ardilla pero la liebrecita siguió adelante y llegó a la pradera. Cuando la urraca gritó, simplemente le contestó:
-¡Tengo que seguir!, ¡tengo que seguir!
Por fin, llegó al jardín de la casa. La puerta estaba cerrada. Ella dio un salto, ni demasiado grande, ni demasiado pequeño, y puso el huevo en el nido que le habían construido los niños. Ésta era la verdadera liebre de Pascua.
Ed. Rudolf Steiner
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